Cinco minutos en la misma habitación con una mujer atractiva son suficientes para alterar a un hombre. Según una investigación de la Universidad de Valencia realizada en colaboración con la de Groningen , en Holanda, los varones sufren una subida notable de cortisol, la hormona del estrés, cuando se encuentran ante alguien del sexo opuesto que despierta su interés. No hace falta que ellas sean una super bellezas para provocar este reacción en el cerebro. «No eran modelos, sino estudiantes universitarias. Guapas sí, pero chicas normales que colaboraron con nosotros», explica a ABC.es Alicia Salvador, codirectora del estudio y catedrática de Psicobiología. El cortisol, en grandes dosis y producido durante mucho tiempo, está relacionado con numerosas enfermedades y trastornos, incluidos los del corazón, pero es absolutamente necesario para afrontar las pequeñas incidencias de cada día: un partido de tenis, un problema en el trabajo... Ante una chica que se sienta al lado, este «efecto hormonal» posiblemente sea «una respuesta de preparación para el cortejo»
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