viernes, 28 de octubre de 2011

Los fóbicos sexuales

Los fóbicos sexuales

Pone peros a todo en el sexo, evita la desnudez, siente asco hasta del olor que emana de su sexo, y cuando está a punto de llegar al orgasmo decide parar porque ya es suficiente. Se trata de los fóbicos sexuales, hombres y mujeres con una conducta particular que muchas veces llegan a nuestra vida y no sabemos comprender.

-A mi mujer no le gusta nada-, cuenta Pedro. -¿Qué es nada?-, pregunto. -No le gusta que la acaricie, odia el olor del sexo, evita ser penetrada y el acto sexual es algo muy rápido y frío. Creo que nunca ha tenido un orgasmo- detalla Pedro, en una sesión de chat, vía Facebook. Desconsolado, harto, abrumado, este ingeniero de 26 años ha pensado en buscar ayuda, pero ella -su amor-, se resiste, diciéndole a cada instante que es un enfermo.

Es posible que ella padezca alguna fobia sexual, situación que afecta no a pocos mortales y que muchas veces se confunde con frialdad. Se cree que este problema afecta más a las mujeres que a los hombres. Y, a menudo, es causa de peleas y separaciones.

Aquí algunas fobias sexuales identificadas por el sexólogo Darío Ibarra Casals, de la Asociación Española de Sexología Clínica, Madrid).

Fobia sexual propiamente dicha. Se despliega en el área del propio cuerpo y en el del otro, ya sea en el acto sexual o fuera del mismo. Se expresa a través del asco, la repugnancia y el rechazo.

Fobia a los propios genitales o a los de la pareja. Este miedo puede ser al contacto tanto como a la mirada. 

Fobia a las secreciones durante el acto sexual, tanto genitales como extragenitales: lubricación peneana, vaginal, semen, sangre menstrual, sudoración y saliva. 

Fobia a los olores sexuales. Generalmente son personas que tienen que ducharse antes (y después) de tener una relación sexual, ya que los olores naturales del cuerpo, en los que se incluyen las feromonas propias y las del otro, no se soportan. Este es un rasgo de carácter típicamente obsesivo, siempre que descartemos una higiene genital inadecuada del estímulo fóbico.

Fobia al sexo bucogenital: La sensación de asco y excusas religiosas como "eso no es lo que Dios manda" inauguran el relato de los pacientes con miedo al fellatio y/o cunnilingus, subyaciendo prejuicios y mitos individuales, pero también culturales.

Fobia al beso profundo. Hay una imposibilidad de poder besar haciendo uso de la lengua. Aducen asco y/o terror de ahogarse con la lengua del otro.

Fobia al coito vaginal. Esta fobia se puede expresar en la mujer a través del vaginismo y dispareunia; en el varón a través de la disfunción eréctil, ausencia de control eyaculatorio y dispareunia. Es común diagnosticar dicha fobia en la pareja que no ha consumado el matrimonio. 

Fobia al coito anal, hetero u homosexual. Algunos gays mantienen relaciones sexuales por años sin ser penetrados o penetrar a sus parejas. En estos casos, dicha actividad no forma parte de la pareja por una subjetiva gama de motivos, aunque uno de ellos puede ser fóbico: por un lado el miedo al dolor, y por otro, prejuicios como "si me penetran dejo de ser hombre... soy la mujercita... soy una marica...). Los fóbicos anales procuran evitar a toda costa cualquier tipo de excitación anal, inclusive evitan sentir cualquier tipo de placer evacuatorio. A esta fobia sexual, la acrecienta nuestra cultura homofóbica y sexista.

Fobia al orgasmo. La imposibilidad de la relajación final después de la excitación se convierte en angustia, pérdida de control y sofocación. La pérdida de control durante el orgasmo, es el motivo de dicho miedo, así como existen otros tantos. 

Fobia a las I.T.S. El miedo aterrador a las infecciones de transmisión sexual, sobre todo al VIH, puede hacer cambiar las conductas sexuales de un individuo por un tiempo considerablemente prolongado y hasta inhibir sus prácticas sexuales con el otro. 

Fobia al compromiso afectivo. Tienen dificultades para enamorarse, comenzar una relación afectiva de pareja o mantenerla en el tiempo. 

Fobia al deseo sexual. Esta fobia generalmente conduce a la inhibición y/o a la evitación del otro, posible objeto de deseo. 

Fobia a la autoestimulación. Este trastorno se observa más en las mujeres y generalmente son las que nunca se han mirado los genitales en un espejo y cuando se higienizan lo hacen rápidamente, para no tomar contacto prolongado con la zona, por miedo a sentir placer sexual. 

Fobia al desnudo. La extrema vergüenza de ver o mostrarse desnudos ante su pareja o personas de su propio sexo. Este trastorno puede originarse concretamente, en el rechazo de alguna parte natural o defectuosa del propio cuerpo y por ende no querer mostrarlo, como el tamaño del pene, el tamaño de las mamas, la celulitis y la obesidad. También puede haber un origen intrapsíquico más profundo, de tipo voyeurista - exhibicionista. 

 ¿Te has topado alguna vez con una persona con fobias sexuales? ¿Crees que es cierto que las mujeres tienen más asco al sexo que los hombres? ¿Por qué crees que se desarrolla este tipo de conducta? ¿Qué harías en un caso así?

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